Bienestar del perro: descubre las 6 necesidades del perro feliz

El bienestar del perro consta del cuidado de varios aspectos. En este artículo os hablaré de las que creo sean unas de las principales necesidades de un perro. No son muchas, pero son fundamentales. La mayoría de propietarios crees que satisfaciendo las necesidades básicas, cumplen con su deber primario. Efectivamente parte del bienestar del perro reside en las primeras de estas necesidades, o sea las necesidades fisiológicas. Pero hay otras necesidades que contribuyen al bienestar del perro que son menos obvias.

  1. Las necesidades fisiológicas.

La comida por supuesto. Una dieta correcta es importante para el bienestar del perro. Principalmente hay  que darse cuenta de sus necesidades mentales y físicas. Por ejemplo las exigencias alimenticias de un cachorro no son las mismas de un perro anciano o de un perro adulto con problemas de sobrepeso. Algunos aportes vitamínicos son deseables en caso de deficiencias relevadas por medio de análisis clínicos.

El ejercicio diario. Llevarlo de paseo y jugar con el,  y favorecer la interacción con otros perros es vital. Dependiendo si el perro tiene mucho estrés o presenta reactividad con otros perros no son aconsejables largos paseos o un actividad de juego muy prolongada. Es preferible hacer paseos cortos y frecuentes en zonas tranquilas y dejarlo oler todo lo que quiere. Sobre todo es recomendable saber ir de paseo sin tirar mucho de la correa.  

El descanso.  Al perro va garantizado el adecuado descanso. Esto es básico para el bienestar del perro sobre todo si está sometido a estrés. Uno de los factores de estrés es la convivencia con niños pequeños. Para uno perro puede resultar abrumador la presencia de un niño pequeño porque su comportamiento es muy poco preveible y muy invadente. El respecto del espacio y del tiempo y sitio de descanso es una tarea del propietario que deberá vigilar cada interacción del perro con el niño.

2. La seguridad.

El perro necesita sentirse seguro. Esta exigencia no se respeta si se deja por ejemplo mucho tiempo el perro sólo, en un espacio abierto, sin el confort de la casa y de la familia. Típica la creencia que el perro se siente mejor si tiene un patio o un jardín a su disposición. En realidad el bienestar del perro depende de nosotros, de nuestra presencia y del tipo de relación que tenemos con el. Muchos problemas de conducta se originan por la falta de seguridad. En particular porque no se proveen al perro guías claras y coherentes. En algunos momentos mostramos enfado por un un determinado comportamiento, otra vez lo reforzamos inconscientemente. Gritos y castigos sólo tienen el efecto de comprometer nuestro vínculo con el perro.

3. Ser parte de un grupo.

El perro ama ser parte de una familia. Todas las veces que podemos, incluyamos el perro en nuestras actividades. Juntos jugamos, paseamos, pasamos simplemente el tiempo.

4. El perro quiere sentirse importante.

Autodeterminación y confianza son dos aspectos muy importante para prevenir problemas de comportamiento. Para que el perro logre desarrollar estos dos aspectos hay que reforzar su buena conducta.bienestar del perro Elogiar al perro y gratificarlo por portarse bien, por hacer algunos ejercicios que le hemos enseñado no solamente mejora nuestro vínculo con el, si no que estructuramos su capacidad de creer en si mismo, de solucionar problemas y de vivir sin miedos. Reflejar un actitud positiva hacia nuestro perro le ayuda a mejorar su autoestima. Y todo esto equivale a una mejora en el bienestar del perro.

5. Variedad.

Una vida aburrida no le gusta a nadie. Tampoco a los perros. Son frecuentes los comportamientos destructivos debidos a la falta de estímulos. Variedad quiere decir romper con la monotonía, enseñar nuevos ejercicios, propiciar nuevos encuentros con personas, perros, ambientes.

6. Realización.

Cada perro, por genética, por personalidad o experiencia es un ser único. Ayudar a realizar su vocación, como puede ser la de cazar o de asistir a personas invidentes, equivale a desarrollar el bienestar del perro. Un perro no nace para vivir todo el día esperándonos, o para llenar un vacío emocional, sino tiene unas características y unas expectativas mucho más elevadas. Es nuestra tarea entenderlas e incentivarlas.

 

 

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