Castración en perros: aspectos conductuales que la justifican
La castración en perros se realiza muchas veces porque se considera la solución a varios problemas de comportamiento de nuestro perro.
En realidad esta práctica sólo puede ser efectiva en determinados casos y para ciertos problemas de conducta.
Los aspectos comportamentales para los que suele ser indicada se relacionan al aspecto sexual: monta sexual, agresividad hacia perros del mismo sexo y marcaje frecuente del territorio.
La castración no está recomendada en casos de ansiedad por separación, estrés, agresividad hacia otros perros o personas, medio o hiperactividad.
En general, hay factores externos y factores internos que contribuyen a formar la conducta. Uno de estos factores internos son las hormonas sexuales, y es sobre este factor que actúa la castración.
La importancia de los mecanismos de aprendizaje
Entre los factores externos que plasman el comportamiento tiene mucha relevancia el mecanismo de aprendizaje.
Si un perro está acostumbrado a asociar un refuerzo positivo o negativo a un comportamiento, este último se reforzará.
Por ejemplo es frecuente que un perro sea castigado (refuerzo negativo) cuando actúa agresivamente hacia otro perro. Este refuerzo actuará empeorando el comportamiento y provocando que el perro siga mostrando reactividad hacia otros perros.
La castración no elimina una conducta aprendida según este esquema. Por lo tanto un perro puede ser castrado y aún presentar agresividad hacia otros perros porque no se ha modificado la conducta a nivel de aprendizaje.
En cuanto a la demora en ver sus efectos, hay que considerar que la eliminación de la testosterona requiere unas 8 semanas desde la intervención. Incluso puede haber un efecto retardado en la eliminación de los andrógenos, por lo que los efectos tardan en apreciarse.
En cuanto a la edad en la que conviene operar a los perros, varios estudios indican que la edad del perro no influye.
Estadísticamente, produce un resultado positivo en un pro-medio del 60% de los casos.
En resumen, entre los motivos más frecuentes porque se castran los perros está la modificación del comportamiento, pero hay que especificar que del comportamiento sólo puede darse una mejora en conductas sexualmente dimórficas. Otros motivos comportamentales no justifican esta práctica.