En la educación del perro se cometen varios errores, porque se desconoce la psicología canina.
En este artículo me dirijo a los propietarios que están conscientes que la educación del perro es importante. A la vez que por falta de práctica y uso del instinto más que de conocimiento, se equivocan en buena fé.
Así que no estoy poniendo en duda que ames a tu perros, sólo que necesitas algún consejos para mejorar la relación con tu compañero.
La educación del perro pasa por una comprensión de sus necesidades y de su lenguaje. Para ser un buen educador de perros hay que desarrollar unas habilidades. Aquí os enseño cuales son las principales.
Hay tres aspectos en lo que los propietarios suelen equivocarse.
- No saben leer las señales de calma
- No utilizan premios o los utilizan en manera errónea
- Corrigen en lugar de educar y prevenir un comportamiento
Error 1. No entender el lenguaje canino en la educación del perro
El lenguaje canino está formado por una serie de señales que sirven para comunicar y para mantener buenas relaciones con los otros miembros del grupo.
Por esta razón se habla de señales de calma. Estas sirven principalmente para evitar agresiones. Las señales de calma vienen utilizadas continuamente por parte del perro, tanto con otros perros como con las personas.
La mayor parte del tiempo ignoramos esta comunicación porque no sabemos reconocerla o simplemente no le damos importancia.
Por lo tanto hay que saber interpretar este lenguaje porque a través de ello el perro nos transmite sus estados de ánimo.
¿Qué pasa si ignoramos las señales de calma?
Al no hacer caso a las señales de calma, no nos damos cuenta que el perro pueda sentirse incómodo frente a determinadas situaciones y contextos.
Por consecuencia, nuestras acciones pueden generar aún más incomodidad en el perro incrementando sus reacciones. En otras palabras si el perro está sujeto a estrés y envía las señales de calma para apaciguar el interlocutor, y este último no las entiende y no responde adecuadamente, tras un número de repeticiones se puede producir un conflicto.
En definitiva, después de varios intentos fallidos de comunicación entre el perro y el propietario, se produce frustración y pérdida de confianza. Estos factores van a empeorar la conducta perjudicando progresivamente la relación.
Error 2. No utilizar el premio correctamente – El refuerzo del comportamiento en la educación del perro
El uso de los premios es un tema bastante controvertido. Yo pienso que no hay que utilizar los premios para instaurar un estéril mecanismo de causa y efecto sin entender profundamente las necesidades y las emociones del perro. Sin embargo soy ampliamente a favor del uso de los premios para incrementar la repetición de una conducta. Es decir los premios son realmente efectivos para favorecer el proceso de aprendizaje si utilizados correctamente y en la medida que el perro responde a ellos. Los motivadores pueden ser diferentes y así los grados de importancia de premios según el perro.
Por ejemplo para algunos perros es más gratificante el juego, para otros la comida es el máximo reforzador. Otros aprecian muchísimos las caricias y el contacto físico.
Recordamos que no todos los perros son iguales y los planes de educación o adiestramiento deben necesariamente variar de un sujeto al otro. Incluso varían según la actitud del propietario.
Es indiscutible la utilidad de los motivadores en el ámbito del adiestramiento de perros. Sin embargo no se puede actuar simplemente con ejercicios de obediencia en el caso de un perro con problemas de comportamiento.
Volviendo a los errores más comunes que cometen los propietarios, uno muy frecuente es utilizar el refuerzo de la manera equivocada.
Es difícil extenderse en el tema del refuerzo, para esto os reenvío a otros post.
Aspectos a tener en cuenta cuando se premia una acción
- El premio es un apoyo durante el proceso de enseñar una conducta
- Es demasiado simple decir que el perro hace las cosas sólo porque hay un premio
- Premiar a tiempo es fundamental
- No siempre hay que premiar, sobre todo si no es la conducta deseada
- Hay muchos tipos de refuerzos que actúan cuando no nos damos cuenta y pueden asociarse a una acción no deseada
- No utilizar los premios sólo para llamar la atención, sino para premiar una conducta específica
La acción reforzada es aquella que viene seguida inmediatamente por un premio.
En otras palabras no tiene sentido dar el premio 30 segundos después que el perro ha hecho una determinada acción que se quiere reforzar.
En la misma manera hay que saber utilizar la voz, el tono de voz y la postura porque todo lo que hacemos y cómo lo hacemos influye sobre la educación del perro.
Error n. 3. No anticipas la conducta y sólo pretendes cortar o corregirla
No solamente es obvio que sea mejor anticipar y prevenir un problema en lugar de enfrentarlo cuando ya es demasiado tarde. También es altamente contraproducente tener esta actitud en la educación del perro.
Es un error muy difícil de arraigar.
Esquema clásico:
el perro se porta mal, el propietario corrige, le riñe, le da tirones de correo o hace otras cosas intentando cortar la conducta.
Este esquema no tiene nada que ver con la educación que se basa sobre enseñar algo al perro.
- Observa tu perro
- Qué señales de calma utiliza
- Cómo se siente?
- Qué le produce ese estado?
- Refocaliza la atención sobre de tí
- Realiza una asociación positiva respecto el estímulo
En pocas palabras hay que entender el perro y hacer un plan para enseñarle cómo mejorar sus reacciones. Por un lado se reduce la intensidad de la reacción. Por el otro lado se modifica su comportamiento, enseñándole una conducta alternativa.
No es mi objetivo enseñar cómo se hace este proceso, pero sí dar una idea de los errores más comunes y de cómo se pueden solucionar.
Llámame y te ayudaré a enfocar el problema de comportamiento que tienes con tu perro. Buena parte del trabajo la puedes hacer tu! Por esta razón no solamente se trata de adiestrar al perro. También y sobretodo el propietario debería estar dispuesto a cambiar su actitud hacia la forma de educar en general.