Un perro estresado es muy parecido a una persona estresada. Nosotros podemos sentirnos tensos frente a una entrevista de trabajo, una cita con un amigo después de no verle tanto tiempo. Todo esto se considera normal.
De hecho el estrés es parte de la vida de un animal porque es un recordatorio interno para que nos alimentamos y nos defendamos.
Sin embargo cuando un individuo sufre de estrés durante mucho tiempo a causa de situaciones que no sabe gestionar, pueden presentarse problemas de comportamiento y falta de bienestar.
También las personas llegan a experimentar un grado de estrés que les impide hacer cosas básicas en su vida diaria.
¿Porque se estresa un perro?
Hay una predisposición genética a la base del estrés. Sin embargo hay que tener en cuenta su proceso de aprendizaje a lo largo de la vida, y analizar el ambiente. Cómo ha sido expuesto a determinados estímulos, y cómo hemos reaccionado a su comportamiento.
En la mente de un perro estresado
El perro estresado sufre y puede desarrollar problemas de comportamiento y enfermedades. En el cerebro de un perro estresado hay una secreción de cortisol y adrenalina. La adrenalina o epinefrina y el cortisol o hidrocortisona son hormonas del estrés secretadas por las glándulas suprarrenales, que se encuentran sobre los riñones. Aunque ambos productos químicos son hormonas del estrés, la adrenalina y el cortisol desempeñan diferentes funciones bioquímicas. La adrenalina se une principalmente a los receptores en el corazón y los vasos del corazón. Esto aumenta la frecuencia cardíaca, la fuerza de la contracción muscular y la respiración.
El cortisol se une a los receptores de las células adiposas, el hígado y el páncreas, lo que aumenta los niveles de glucosa disponibles para el uso de los músculos. También inhibe temporalmente otros sistemas del cuerpo, como la digestión, el crecimiento, la reproducción y el sistema inmunitario.
Reacciones de un perro estresado
El estrés puede expresarse como miedo, ansiedad, frustración, incluso excitación.
Los perros pueden manifestar resistencia a enfrentarse con ciertos estímulos negativos, como los perros o las personas. Así que pueden intentar escapar o evitar estos enfrentamiento. Hay otros que pueden manifestar agresividad o reactividad. Hay perros que tienen auténticos ataques de ansiedad.
Cómo reconocer un perro estresado y prevenir el empeoramiento de la situación
Las señales de estrés van interpretadas en su contexto. Se considera normal que un perro bostece al levantarse. Al contrario cuando hace este gesto de calma repetitivamente en contextos donde está incómodo, se trata una expresión del estrés, y de una forma de comunicarlo.
Saber leer estas señales es de grande ayuda para evitar exponer el perro a una determinada situación que no tolera sin antes haberle progresivamente habituado.
Ojo a las principales señales de estrés a continuación
El perro se lame la nariz y los labios
Bostezos
Jadeos cuando no son consecuencia de una actividad física intensa. Cuidado cuando el perro está jadeando y para y cierra la boca. Puede ser una señal previa a la escalada a un mordisco.
Orejas bajas y hacia atrás, puede ser una expresión de estrés. Hay que observar el cuerpo entero.
Conducta de evitación – mirar del otro lado, darse la vuelta – significa que el perro no está cómodo.
Sacudirse: un perro se sacude después o durante de un evento estresante.
Cola baja pegada al cuerpo, una señal sutil que se puede presentar frente a cambios en la interacción.
Pupilas dilatadas – Tensión en ojos y boca
Piloerección. Pelo erguido en el lomo, sobre la cola o patas traseras. Indicador de una fuerte emoción que puede anticipar una reacción incluso de agresividad pero no necesariamente.
Otros indicadores comunes del estrés
- Una postura agachada
- Peso hacia las patas de atrás
- Excesiva caida de pelo
- Lloriqueo u otras vocalizaciones
- Movimientos ralentizados o tensión corporal
- Rechazo de la comida
- Hipervigilancia hacia el dueño o falta de atención
- Patas húmedas
Conductas que pueden estar relacionadas con un estado de estrés
- El perro puede hacer sus necesidades en casa a pesar que sea acostumbrado a hacerlas afuera. Este puede ser un síntoma de ansiedad.
- Actitud de monta hacia otros perros, personas u objetos como actividad liberatoria del estrés.
- Si el perro se limpia en exceso, incluso provocándose heridas. En este caso el comportamiento indica una falta de bienestar y posiblemente remonte a un estado de estrés.
- Cuando el perro gira sobre si mismo y se persigue la cola o hace movimientos repetitivos. Se llama comportamiento obsesivo compusivo y hay que buscar las causas en una falta de bienestar severa.
- Apatía y depresión también pueden demostrar un excesivo nivel del estrés.
Que hacer con un perro estresado
Si el perro decide actuar estos comportamientos en presencia de otros perros o personas no hay que forzarlo a interactuar ni interrumpir estas expresiones naturales. El paso desde estas señales de tensión a manifestaciones de reactividad y agresividad es breve si no se saben identificar.
Comprenderlos es el primer paso, después es recomendable seguir unas pautas de modificación de conducta.
Normalmente el objetivo es reestablecer una asociación positiva con el estímulo que causa estas reacciones. Es especialmente importante observar la postura del perro sobretodo en aquellas situaciones donde la fuente del estrés sea un bebé.
5 fases de la terapia de reducción del estrés
- Identificación y Control de las fuentes de estrés: un etólogo experto en comportamiento, puede ayudar en detectar cuales son las causas del malestar del perro. A continuación, durante un tiempo, hay que evitar que el perro se encuentre con las causas de su malestar
- Cambios en rutina y manejo: hay que evitar cualquier método de castigo, punición o negación de la conducta. Realizar un cambio de rutina en la alimentación y en el paseo puede ayudar en disminuir los niveles de estrés en el animal.
- Estimulación mental y olfateo: Fundamental para el bienestar y la recuperación de perros que sufren estrés.
- Aplicación de terapias naturales: Nutracéuticos y esencias florales pueden suportar el proceso terapéutico favoreciendo la relajación del perro.
- Modificación de conducta vuelta a establecer una asociación positiva con las fuentes de estrés: Un plan de educación en positivo ayuda a reafirmar las capacidades del perro y a saber gestionar los estímulos que le provocan estrés.